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Comarca de los Campos de Hellín

Hellín

El municipio de Hellín tiene una superficie de 778,6 km2 y 31.109 habitantes, con un aumento del 17 % en la última década (INE 2010), más del 82%, 25.621 habitantes se concentran en la ciudad. En las 12 pedanías: Isso, 2.263, aumenta; Agramón, 727, desciende, y  Nava de Campaña, 594., aumenta. La población desciende en otras: Agra, 180; Cancarix, 92; Cañada de Agra, 385; La Horca, 43; Las Minas, 137; Minateda, 82; Mingogil, 324; Rincón del Moro, 19 y Torre Uchea, 24.

 La localidad de Hellín surgió tras el abandono de El Tolmo de Minateda, convertido en Parque Arqueológico para conservar los restos de una ciudad que perduró 1.500 años, desde la cultura ibérica hasta el la época islámica. El Abrigo Grande de Minateda pertenece al “Conjunto de Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica” incluido por la UNESCO en la lista del Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1998.

“Hellín está fundada debajo de la huerta y fue antes de ella porque si no hubiera la dicha fuente, agua y huerta no habría labor ni otra cosa para ser poblada” –dijeron en la relación enviada a Felipe II en1576, como es hoy, salvo por la Cerca de la Fuente construida en 1750. Este manantial ya atrajo a los seres humanos en la Edad de Piedra, sabido por los restos de armas de caza. Durante la construcción de la Tejera de Garaulet en 1925 se hallaron restos de un mosaico y en 1937 se descubrió el “Mosaico de los Meses y las Estaciones”, probándose que aquí hubo una villa romana que dominaba La Fuente antes del asentamiento islámico del castillo.

La Ciudad Antigua, declarada Conjunto Histórico en 2007, se desarrolló entorno a los restos del castillo de época almohade, siglo XII, se conserva desde su fundación islámica una trama laberíntica de calles estrechas, retorcidas y con callejones ciegos. Entre ellas surge el primer templo cristiano dedicado a Ntra. Sra. del Rosario, reconstruido en los siglos XVIII y XIX. Este núcleo comenzó su expansión en el siglo XVI por plazas como la de la Iglesia de la Asunción y la del Convento de los Franciscanos. Los cerros de San Rafael y San Roque se ocuparon con viviendas sencillas en calles igualmente estrechas que abrazan las ermitas que les dan nombre. Mientras que en las laderas, junto a los huertos, se construyeron casas señoriales, como las viviendas convertidas en el Convento de Santa Clara durante el siglo XVII. Ejemplos del XVIII son la Casa Salazar y la Casa de la Fundación, del XIX es la Casa Falcón, en el barrio de La Portalí, y de principios del XX es el edificio del Museo Comarcal.

La ciudad moderna comenzó su expansión en la década de 1860, cuando se ponen en servicio la carretera de Jaén y la línea de ferrocarril Chinchilla-Cartagena. Al tiempo que también se inauguró la Plaza de Toros (1862) entre Cuatro Caminos y el jardín de La Glorieta. El motor del desarrollo del siglo XIX fueron las máquinas de vapor que movían, como al tren, las serrerías industriales situadas en el barrio de la Estación (1864). Según los censos, el número de habitantes de hecho del núcleo urbano pasó de 11.093 en 1860 a 30.026.en 1950. “Por el número de desarrollo de su población, de su agricultura, industria y comercio y su constante adhesión a la Monarquía Constitucional, en nombre de Alfonso XIII, y como Reina Regente”, María Cristina concedió el título de ciudad el 27 de diciembre de 1898. La electrificación de Hellín comenzó en 1895 y en la primera mitad del siglo XX el esparto, monocultivo de la mayoría de los montes de esta comarca, se convirtió en la materia prima de las fábricas de picado, hilado y cofines. Llegando al momento de mayor industrialización en la década de1940, cuando se realizaron obras como la Gran Vía, Parque Municipal, y Recinto Ferial.

Tras las crisis industriales del esparto y del textil, las nuevas empresas están en los polígonos San Rafael y La Losilla. En la ciudad se concentra la mayoría del comercio y servicios públicos de una amplia zona de influencia. El hospital comarcal, desde la década de 1980, da servicio al área del partido judicial de Hellín, que está formado por las comarcas Campos de Hellín y Sierra de Segura.

Las costumbres del municipio se manifiestan a través de la cocina tradicional favorecida por la gran variedad de productos locales. En las pedanías la actividad económica básica es la agricultura, los cultivos más importantes son hortalizas, frutales y el olivar. El municipio pertenece a las zonas de las denominaciones de origen Vinos de Jumilla y Arroz de Calasparra y Marca Colectiva Aceites Campos de Hellín.

Las celebraciones religiosas más destacadas son las procesiones y tamboradas de Semana Santa de Hellín, declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional en 2007. Esta tradición le ha dado el sobrenombre de “Ciudad del Tambor”.

Una parte importante del municipio tiene alguna figura de protección medioambiental: el Volcán de Cancarix, declarado Monumento Natural en 1998  es una chimenea volcánica puesta al descubierto por la erosión, que a su alto valor geomorfológico y paisajístico se suman sus apreciables fauna y flora; la Sierra de Los Donceles está incluida el área del Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) “Sierras de Alcaraz y de Segura y Cañones del Segura y del Mundo”, que es zona de especial protección para las aves desde 2005; y las Microrreservas “Yesares de Hellín” (2004) y “Saladar de Agramón” (2005). Además, el programa municipal de educación ambiental incluye actividades en las aulas de la naturaleza de la “Laguna de los Patos” y del jardín botánico “El Arboreto de Isso”.