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Comarca de los Campos de Hellín

Iglesia de San Roque (S. XVIII)

Las primeras noticias que tenemos en relación al culto a San Roque en Hellín provienen de las relaciones topográficas de Felipe II, del año 1576, donde se cita que en la población se venían celebrando las fiestas del Santo protector de la peste el día 16 de agosto. Sin embargo no se contó con ermita dedicada al santo hasta el siglo XVIII.

Poco más sabemos sobre el primitivo edificio. Se ha publicado que tenía una espadaña en la parte izquierda, la que linda con la calle Campana – de ahí el posible origen del nombre de la calle- y que fue demolida en 1880.

Según fuentes del año 1883, tenemos noticias de la demolición del viejo edificio de San Roque y construcción del actual:
“La iglesia de San Roque se está levantando en planta, porque estaba en estado ruinoso y no correspondía a las necesidades del culto […] Será espaciosa: figurando una cruz latina, dividida en tres naves que formarán bonito crucero en cuyo centro se levanta una esbelta media naranja y en su fachada se servirán de ornamento dos torres de aguja que puedan sostener el juego de campanas. […] el presbítero Manuel Oñate, a cuya iniciativa e incansable actividad se deben los trabajos que van hechos y los materiales que hay preparados para continuarlos”.

Concluido en el último cuarto del siglo XIX, el templo y dependencias anexas ocupan una superficie de 389m2. Está delimitada por las calles Esparcia, Campana y Huerta. La única portada del edificio preside la plaza a la que da nombre. Ésta sobresale ligeramente del cuerpo del templo y tiene algún elemento decorativo como estrellas de cuatro puntas y una cruz.

Exteriormente su estilo puede definirse como popular. El edificio está revocado y, salvo la escasa decoración de la fachada principal, añadida recientemente, carece de cualquier tipo de elemento ornamental. Tanto el revoco como sus materiales –enfoscado de cemento y cubierta de teja árabe- se emplean en la mayor parte de viviendas del entorno, diferenciándose el templo de las casas de alrededor por sus mayores proporciones y presencia de torre y campanario.
La torre, de planta cuadrangular, se sitúa de manera oblicua a la fachada, presenta dos arcos de medio punto en un lateral y cuatro, uno por cada cara, en la parte superior, donde se alojan las campanas. Su remate es triangular con cubierta de teja árabe, al igual que el resto del edificio. Se accede a la iglesia mediante un pequeño vestíbulo o nártex sobre el que se alza un arco rebajado o escarzano que soporta el peso del coro. La planta es centralizada, enmarcada en un polígono irregular, su cabecera es plana y coro alto a los pies.

Los cuatro enormes pilares que soportan el peso de la cúpula articulan la planta en tres naves siendo la central de mayor tamaño que las laterales. Cada una tiene tres tramos, que se comunican entre sí por arcos de medio punto. La bóveda se asienta sobre grandes arcos torales, que a su vez descansan en los pilares citados. El coro se cubre con bóveda de medio cañón decorada con nervios y pinjantes queda acotado por una barandilla de forja. Recibe luz de un ventanal ubicado a su espalda que en la fachada queda sobre la puerta principal.

La cúpula descansa sobre cuatro pechinas, con las representaciones de los evangelistas. Es bastante sobria, decorada con ocho nervios de escayola, que convergen hacia el centro en un óculo ciego con pinjante. Cada extremo termina en una moldura de escayola bajo la que se abren ocho ventanales que proporcionan parte de la iluminación del edificio. La cubierta de cabecera se resuelve mediante bóveda de medio cañón con lunetos y molduras de escayola que imitan el estilo gótico. A ambos lados se utilizan bóvedas de arista.

La nave de la derecha o del lado de la epístola presenta pilares y arcos de carga, con bóvedas similares a las de la cabecera, usando el medio cañón con molduras de escayola. El tramo más cercano a la puerta principal está achaflanado, cubriéndose con una pechina. La nave izquierda o del evangelio era simétrica a la anterior, pero posteriormente fue ampliada, ganándole unos metros a la calle Campana. La ampliación se articula mediante un muro cortina en el tramo central y arcos escarzanos a ambos lados, desembocando en un machón o pilar que hoy día aparece exento, estando antes de dicha ampliación embebido en los muros del templo. En el tramo correspondiente a la cabecera tenemos la entrada a la sacristía y otras dependencias. La estructuración del espacio anterior así como el uso predominante de varios elementos formales como el arco de medio punto, las ojivas y pinjantes hacen que asignemos el interior del edificio dentro de un estilo Neoclásico, con ciertos componentes historicistas procedentes del gótico y románico.

El Conjunto Histórico de Hellín, declarado Bien de Interés Cultural en 2007, ejemplifica la evolución del urbanismo en los últimos mil años. Entorno al Castillo, se conserva desde su fundación islámica una trama laberíntica de calles estrechas, retorcidas y con callejones ciegos. Entre ellas surge el primer templo cristiano dedicado a Nuestra Señora del Rosario, reconstruido en los siglos XVIII y XIX. Este núcleo comenzó su expansión en el siglo XVI por plazas como la de la Iglesia de la Asunción y la del Convento de los Franciscanos. Los cerros de San Rafael y San Roque se ocuparon con viviendas sencillas en calles igualmente estrechas que abrazan las ermitas que les dan nombre. Mientras que en las laderas, junto a los huertos, se construyeron casas señoriales, como las viviendas convertidas en el Convento de Santa Clara durante el siglo XVII. Ejemplos del XVIII son la Casa Salazar y la Casa de la Fundación, del XIX es la Casa Falcón, en el barrio de La Portalí, y de principios del XX es el edificio del Museo Comarcal.