Monumento a los tamborileros de Hellín
Luis Martí, Antonio Moreno, Antonio Bueno y Juan Marín en 1975 expusieron al Ayuntamiento de Hellín “que han constituido una Comisión con el único propósito de llevar a cabo la realización de un Monumento que sirva para exaltar la popular costumbre de tocar el tambor en Hellín…costeado por medio de suscripción popular. El citado monumento al tamborilero será ejecutado en hierro…El autor de esta obra será el hellinero Francisco Ruiz Oliva…El lugar proyectado para su emplazamiento sería la entrada al recinto del Jardín Martínez Parras…” La respuesta del Ayuntamiento fue aprobar para aquel año una ayuda que equivalía al 2% del coste fijado en 150.000 pesetas.
Desde entonces este lugar es llamado Jardín del Tamborilero, pero oficialmente sigue recordando a quien fue alcalde en la década de 1920, como se decidió tras ser reformado en 1956. Hasta entonces y desde 1911 había sido el Jardín-Feria.