Monumento al Tambor de Tobarra
Se trata de una obra del artesano local de forja y hierro Jesús Damián Jiménez Ramírez.
Tiene 5 metros de altura y 7 de base. Se erigió el sábado 26 de marzo de 1995, casi un año después de haber sido encargado. Contó con un presupuesto de 4.025.000 pts.
Desde el punto de vista estético y estructural, el tambor emerge de una gran mano que mide 4,2 metros de diámetro y 90 cm de alto. El material por el que se constituye es hierro, con un peso de unas cinco toneladas.
En el año 2007 se procede a desmontarlo para su restauración, tarea que lleva a cabo su autor, nombrado por el Ayuntamiento Conservador Oficial del mismo.
El monumento representa la tradición más pintoresca de la localidad, la tamborada, que desde las 4 de la tarde del Miércoles Santo hasta las 12 de la noche del Domingo de Resurrección se da en las calles de la población sumando un total de 104 horas de toque ininterrumpido. También simboliza la artesanía del tambor, muchos de ellos piezas únicas que se valoran en miles y miles de euros.
Los tamborileros se agrupan en “cuadrillas” de amigos. Visten túnicas de diversos colores, entre los que predomina el morado, que se ciñen con un cíngulo y un pañuelo –generalmente blanco- al cuello. Entre los toques más populares están el «Zapatata», «la Magdalena» o el «Me lo has tentao”
El monumento ha creado un hito, puesto que ha los tamborileros lo eligen como punto para despedir el toque a las 12 de la noche del Domingo de Resurrección. Desde 1992 esto se iba produciendo frente al Bar «Paso», en el Paseo Príncipe de Asturias (con antecedentes ya desde 1989). Así que existieron dos cierres paralelos hasta que en 2003 dicho bar cerró de forma definitiva.