Muñecas de Ontur
Las llamadas Muñecas de Ontur, se hallaron en un enterramiento infantil de una necrópolis de época romana, durante la construcción de las “Casas Baratas” en el 1946 en el Barrio San Francisco. Posiblemente se depositaron en la tumba para servir a su propietario de compañía en el más allá algunos objetos con los que habría jugado en vida. En total son cinco muñecas articuladas, sexuadas y desnudas, cuatro de marfil y una de ámbar, ejemplar único. Su cronología puede establecerse mediante la valoración de los peinados de dos de ellas, en forma de recogido bajo con trenzas o mechones en la parte trasera, realizado mediante incisiones y reticulado, que ha servido para fecharlas a principios del s.IV d.C.. Además del peinado, puede señalarse un segundo elemento de interés, los escarpines de una de las muñecas, un tipo de calzado que parece usarse en el mismo siglo.
Las muñecas, articuladas mediante muescas y espigas, a excepción de un ejemplar que se conserva íntegro, aparecieron incompletas, restauradas a día de hoy añadiéndoseles las extremidades que faltan. Su tamaño varía entre los 16,5 y los 25,5 cm.
Es destacable la escasa evolución del juguete a lo largo de la historia, perdurando durante milenios mismos tipos de juegos y juguetes, como es el caso de las muñecas.
Los originales se encuentran en el Museo Provincial de Albacete, aunque el ayuntamiento de la localidad cuenta con réplicas en el vestíbulo y en la rotonda de la circunvalación se ha levantado un monumento que representa las piezas a gran tamaño.