Nava de Campaña
Cañada de Agra, Mingogil y Nava de Campaña son los pueblos construidos a partir de 1962 por el Instituto Nacional de Colonización (INC) en la zona dominada por el canal de Hellín, que lleva el nombre de Juan Martínez Parras porque fue el alcalde que comenzó en 1927 las gestiones para abastecer a la ciudad con agua del río Mundo.
La colonización de la zona dominada por el canal de Hellín fue declarada de alto interés nacional por el decreto de 6 de julio de 1956 del Consejo de Ministros “para compensación y traslado de las familias de cultivadores afectados por las expropiaciones de los terrenos que constituyen los vasos de los pantanos de Camarillas y Cenajo…(20 años antes) por Orden del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, de 20 de enero de 1936, se concedió al Sindicato de Riegos de Hellín un caudal de un metro cúbico de agua por segundo, a derivar del río Mundo, con destino al abastecimiento de la población de Hellín y para el riego de 2.970 hectáreas…Por la regularización del caudal de agua rodada concedido y la posibilidad de reforzarlo con aguas subterráneas alumbras” la extensión transformable en regadío fue de 4.440 hectáreas, de las que 1.755 fueron repartidas a unos 200 colonos entre 1966 y 1972.
El pueblo de Nava de Campaña está en un de los llanos cultivados entre cerros, que se denominan “nava”. Esta finca perteneció al topógrafo José Tomás, apodado por su tienda de “campaña”. Fue proyectado en 1959 por el arquitecto Jesús Ayuso Tejerizo, también autor de Mingogil. Reúne 134 viviendas para colonos y 13 destinadas a obreros agrícolas, siendo el que acoge más población. Se emplazó junto a la “Vereda de los Valencianos”, que entonces el INC convirtió en carretera, y desde la que se accede directamente a los edificios de la hermandad sindical, situado en el extremo oeste, y a la zona central donde se aglutinan los edificios públicos, entorno a pequeñas plazas, junto a los locales comerciales, las viviendas de los funcionarios y las viviendas de los obreros agrícolas. Mientras que las viviendas de los colonos se agrupan en manzanas, en número de ocho mayoritariamente, apoyadas sobre dos viales, paralelos a la carretera, que jerarquizan la circulación, accediéndose a las parcelas desde las travesías. Así las fachadas de las viviendas dan a calles con poco tráfico y con más espacios libres que permiten pequeños jardines junto a las aceras.
En los pueblos de colonización se da gran significación al edificio de la administración, con locales para correos, juzgado, despachos, salón de actos y vivienda para el funcionario, porque fueron proyectados para albergar los ayuntamientos de las entidades locales menores, como se propuso para el caso de Hellín, pero el Ayuntamiento del municipio asumió en 1980 los servicios públicos que habían sido competencia del INC.
Las unidades de explotación son (por lo general, en los 300 pueblos del INC) de 4 a 5 hectáreas de regadío y el solar urbano destinado al colono para su vivienda y dependencias agrícolas propias es de 450 a 600 metros cuadrados
Dos son los tipos de viviendas que se adoptaron para los colonos aquí, al igual que en Mingogil. El primero consta de dos alturas, la planta baja con porche alberga las dependencias de salón comedor, cocina, despensa, un dormitorio y aseo, distribuyéndose en la plana superior dos dormitorios. El segundo modelo incorpora una habitación más en el piso superior, resultando así una superficie útil para toda la vivienda de 99 m2, siendo la construida de 127 m2, frente a los 82 y 109 m2 respectivamente de las primeras.
Las viviendas para colonos se completan con todas las dependencias agrícolas necesarias para al explotación de la tierra, que se distribuyen alrededor de un gran patio. y constituyen un edificio con planta en forma de L y dos alturas, alberga en planta alta el pajar y en la baja el cobertizo para el carro, la cuadra, el almacén de aperos, la cochiquera y el gallinero y porche con cocina para la matanza. La superficie total de la parcela de una son 600 m2, incluyendo la parte habitada y las instalaciones de uso agrícola.
Además de las anteriores, se construyó un modelo de vivienda más sencillo para los obreros agrícolas, todas ellas reunidas en la misma manzana. Se trata de al igual que las otras, de un edificio de dos plantas, formada la primera por el porche, salón comedor, cocina, despensa y dormitorio, y la segunda constituida por dos dormitorio y el cuarto de aseo; con una superficie útil y construida de 69 y 94 m2 respectivamente.
La totalidad de las edificaciones han sido tratadas desde el punto de vista constructivo, con gran simplicidad, buscando un sencillo y fácil efecto estético con el juego de volúmenes y colores. Esto se ha conseguido a través de la combinación de distintas alturas, de parámetros retranqueados (porche) y voladizos, así como por las diferencias de los materiales empleados en su construcción, que alternan las superficies de ladrillo caravista con las encaladas. (Gregorio Canales y David Jerez, 1993)